27.8.07

A Model, used 2 B A role Model



Para su disco trasanterior , Prince nunca quiso revelar el significado de su título. Y aunque bien es cierto el hace referencias a una propiedad que tiene dicho nombre, las letras sugieren algo más, y hacer un poco de tweaks con los números revelan algo más que no es de dominio tan público, que algunos aprendimos, y que nos hace entender qué quiere el decir con "Don't U wanna come?", y luego decir "It's going down like the Wall in Berlin", o como canta a veces en concierto, "Like the system of things".

Su último disco revela algunas cosas crípticas también. La gente ni cuenta se da que el hombre esta haciendo confesiones sumamente fuertes, con referencia a su divorcio y su relación con Dios. Un track de ese disco sin embargo, llamó mi atención: Chelsea Rodgers. Se ha anunciado que esta canción, un uptempo muy groovy que tiene mucho de disco y de funk, será el próximo single. También comenzaron a aparecer algunos posts que sugieren que Chelsea Rodgers es un personaje real.

El track habla de una modelo que tiene ciertas características especiales, de forma que considera que una modelo debe ser "a role model" (un ejemplo) en otros sentidos. La aparición de un rostro nuevo en una secuencia de fotos sin explicar, muestra una muchacha que comenzó a sospecharse fuera la famosa Chelsea. Luego vinieron por ahí fotos de unas camisetas, que tenían una marca evidentemente parecida al símbolo de Prince (otro código interesante que descifrar).

Quién será la famosa muchacha? Las fotos son de una jovencita hermosa... Se trata de una nueva 'protegé' de Prince, que aúna la ya larga fila de artistas que Prince ha respaldado como The Bangles, Sheila E, Maceo Parker, Tamar, y the Twins en forma más reciente? Podríamos deducir por el logo (muy bien hecho por cierto) y las camisetas que se trata de un personaje creado para promocionar una marca? Se ve demasiado jovencita para pensar que Prince tiene en ella una nueva pareja... pero bueno, you never know.

Una cosa si puede tenerse claro: Chelsea Rodgers es algo a lo que le van a dar bastante fuerza en el NPG. Así que podemos decir con certeza, que Prince está dispuesto a convertir en profecía lo que dice el coro de su canción: "Chelsea Rodgers was a model, but she really rocked the role".

23.8.07

Battlefield

When working @ Flash, this is really 'bout a serious fight. U nuh beliemme?
Check this...

22.8.07

oh D|Dly In Off!

Smell, See, Hear, Taste (and break your teeth on the way), and Touch.



Am telling U...

20.8.07

Enrique...

En un pueblo rural del que no se dá mucho detalle, doña Ofelia recibe una noticia terrible: su hijo ha muerto. Ella siente que su vida no es más que una serie concatenada de desgracias y quiere saber por qué es así, pero esta fatídica mala nueva solamente le confirma el determinismo cruel de su destino.

La muerte de Enrique, su hijo, esta obscurecida por la distancia física y personal, los rumores, y la disfuncionalidad de todos aquellos que en sus quince minutos de gloria buscan explicar las cosas según su retorcido parecer.

Después de mucho tiempo en preparativos, esta semana, D|Verse|City y D|Enuncia|2, estrenan finalmente un nuevo cuento bajo el formato "Plug and Play", titulado: "Enrique".

El cuento será publicado en episodios que irán dándole forma a la historia, brindándonos la oportunidad de acompañar a doña Ofelia en esta búsqueda que nos revelará la existencia de algunos asesinos que pueden asecharnos a nosotros también.

"Let the death begin..."

17.8.07

Tina [10]

Cualquier entierro, -en especial este- es la cruel bofetada que me recuerda con risa burlesca: la miserabilidad, crueldad, la humillante experiencia de la muerte nos obliga, no importa cuán poderosos nos sintamos, conquistemos, hagamos, todo se va en un cerrar de ojos (no, abrir no…).

Conflictúa ver cómo a nivel de sociedad tratamos de dignificar con nuestros dogmáticos protocolos de flores, estuches finos, discursos altisonantes, vestimentas elegantes, la cruda ley de que nos vamos a volver polvo, y que ese ser humano que amamos, con todo nuestro corazón, se descompone en una lúgubre cripta mientras vivimos un duelo.

La Biblia misma afirma como “hecho calamitoso”: “Todos son lo mismo […]. Un mismo suceso resultante hay para el justo y el inicuo, el bueno y el limpio y el inmundo[…]. El bueno es lo mismo que el pecador; el que jura es lo mismo que cualquiera que ha temido un firme juramento” (Ecl 9:2,3). No es que no tenga esperanza, de hecho así es. Pero si Jesucristo lloró cuando al morir Lázaro sus hermanas se lamentaban, incluso previo a resucitarle; no es también humano sentirse afectado por el cruel recordatorio del párrafo anterior? La muerte nunca fue parte del plan Divino para empezar, sino un castigo.

Sin embargo, el shock todavía me tiene cautivo. Solamente he logrado derramar una lágrima, hoy en su entierro, al escuchar a alguien decir ‘Tina se nos fue, ahora sí!’. Sé en mi corazón que el asunto no ha terminado, y yo mismo no termino de entender por qué a pesar de que no he intentado negar mi duelo, no he pasado por el período complejo emocionalmente bajo que eso imputa.

Tal vez, estoy alegre por que Tina ya no sufre. Además me reconforta la idea de que su familia, ya no viva la desesperante situación de saber que Tina ya quería morir, pero su fuerza característica no la dejaba descansar, y su existencia no cesaba. Tal vez mi duelo se ha comenzado a elaborar desde que comencé a escribir esta serie de posts, en la que he podido compartir con ustedes lo que es, y al recorrer en el tiempo las escenas y vivencias siento que mucho de lo mejor de Tina esta pragmado en mí, y me permea…

Tal vez me ha reconfortado el alivio del soporte emocional de mis hermanos en la fe, mis amigos, y mis excompañeros de trabajo que han estado ahí pendientes y siempre pendientes de cómo estoy. Tal vez tengo la conciencia limpia de que las noches que dediqué a cuidar a Tina, han sido momentos de compartir que han coronado la ya de por sí maravillosa compañía de la que he sido bendecido de disfrutar a su lado.

Así que hoy, mientras los que la beatificaban la beatificaron, y mientras los que aprovecharon egoístamente el funeral de Tina para apuntar hacia sí mismos y su pseudo sui-géneris relación con Tina, esos, todos esos que no la visitaban ni la ayudaban pero que luego de su muerte eran los más maravillosos y compasivos seres humanos, yo andaba sumido en los verdaderos momentos importantes con Tina. Algunos de los cuales ya les conté.

“Por esa señora, es que te conocimos a vos”, me dijo una excompañera de trabajo. Y entonces me dí cuenta que yo he andando predicando su evangelio de eventos chiflados y ocurrencias con la gente que tengo cercana, y de mi boca brotan sus dicharachos, salidas, y comparto su misma locura. Tina vive de alguna forma dentro de mí.

Este es, como parte de los cierres, el último post que escribo de esta serie de Tina, aunque probablemente no sea la última vez que la menciono. El final de la película “Amores Perros” dijo algo impactante que aplica ahora: “También somos lo que hemos perdido”.

Antes de cerrar este post, debo disculparme por la revelación que estoy apunto de hacer. Se que muchos de los que han leído estas líneas me tienen estima, y aunque valoro mucho esto, no he querido que el afecto que alguno de ustedes me profese se inmiscuya en lo que he querido narrarles sobre Tina. Esa es la razón por la que he dejado que vean a Tina por lo que es, en todas sus dimensiones. Me he cuidado de revelarlo, pero durante todos estos días, les he estado hablando de mi abuelita paterna.

Sé que brillaste mi vieja loca. Se que todos los que han estado leyendo esto te vieron brillar. Y pronto, bajo un nuevo orden de cosas, cuando volvás y nos encontremos, en la resurrección, nos reiremos cuando te diga: “Diay vieja loca?” y vos me repliqués “Loca su abuela!”. Entonces, “la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores [habrán] pasado” (Apocalipsis 21:4).



A la memoria de:
Argentina González Castro
“Doña Tina”
1928-2007.

Tina [09]

"La expectación pospuesta enferma el corazón"- Proverbios 13:12

En los últimos días, la condición de Tina ha cobrado más fuerza en degradarle... Del sábado pasado hasta ahora ya no tiene aquellas fiebres terribles, pero ya no come. El domingo comenzó a disvariar, y en la noche me decía "Cuberito", que es el apodo que tenía su papá. Pasó la noche entre llamar a sus hermanos, algunos ya fallecidos, quejarse con Cuberito, y de cuando en cuando alzar sus manos al cielo y decir "Dios de bondad y amor", alzar las manos, y si entendí bien, creo que hacía movimientos como los que hacen en los cultos de la iglesia a la que ella asistía (realmente no se, por que no comparto su fe). Pasé la noche del domingo con ella, así que la última véz que la ví fue el lunes, al despedirme por que tenía que ir a trabajar. Cuando me despedí creo que ni cuenta se dió. Parece que para las diez de la mañana de ese día, ya no reconocía a sus hijos. Ahora los hombres son 'hermanos', y las mujeres 'hermanas'.

La cercana muerte parece ser apenas el primer trompetazo de la otra serie de revelaciones que predicen que la unión entre sus hijos se hará aún más fría, y que la sangre se va a arralar. Mujeres como Tina son los imanes de la familia, que cuando faltan, eliminan cualquier atracción entre los otros componentes. Lo desesperante de su condición va mas allá de saber que va a morir. El domingo en la madrugada ella ya quería estar muerta. Pero la fuerza de Tina, por primer vez, operaba en su contra. En cierto momento decía: "No ve que me voy a morir?". "Descanse mamita",

Le invadió una especie de desconsuelo mezclado con sus alucinaciones: "Deme agua pero sin agua!", me decía enojada. Desde como la media noche, pese a estar fría, me decía (y costaba entenderle por que ya no articulaba bien): "Quíteme la cobija!". Yo le contestaba: "Estás segura? Está haciendo frío". Y me respondía: "Quítemela, quíteme la cobija, quíteme todo, quíteme la vida...!".

Logré detectar un patrón cíclico en su dolor: luego de estar dormidita por los sedantes, brincaba con un grito por un dolor muy fuerte en su abdomen. Decía dos o tres frases disparatadas, y su pecho se movía despacio con respiraciones profundas: luego de eso cada vez que soltaba el aire le daba hipo, varias veces, a lapsos de mas o menos ocho o diez segundos, hasta que volvía a dormirse por unos cinco minutos. Sé que sonará patético que haya llegado al punto de determinar sus constantes de comportamiento, pero cuando tienes toda la noche en esto sistematizas la experiencia.

La dosis de su sedante se duplicó en los últimos días. Para anoche, se me cuenta que llegó al hartazgo y decía: "Ayúdenme! yo no quiero que me acaricien la cabeza ni que me den besos, lo que ocupo es ayuda! Ayúdenme!". Y quién no se va a cansar de no poder levantarse? Ni acostarse, ni hacerse de lado? Quién no se desesperaría de tener una sonda pegada, tener gente alrededor que lo más que puede hacer es tomar tu mano cuando te duele? No nos sentiríamos cansados vos y yo de sentir que ya no tiene mucha lógica seguir vivo y sin embargo no logras descansar?

El cansancio no es solo para Tina. Su hijo menor ha dedicado día y noche a su lado. Ya está tomando antidepresivos. Los otros hijos, también están agotados, y en el estrés de la situación, cada quien canaliza como puede lo que vive, a costa de algunos derechos fundamentales. La imprudencia de otros alrededor, que sienten que ser solidario es decirle a Tina cosas como: "Démele un beso a mi papá", o "Me le da un besito a Dios", o "Dale besitos a mi mamá". Los seres humanos no conocemos límites ni altruismo. Para otros, ser solidario es andar alrededor de su cama, hacerse una bomba de mocos llorando y decir al final: "Cualquier cosa que ocupen, me llaman".

La miserabilidad de la muerte. La insensatéz humana. La impotencia de los pocos que no se inmutan. Es cierto, es dura la vida, pero para recordarnos que aún puede ser peor, Tina grita con dolor "Dios mío, qué duro morirse!".

Luego de una sufrida, lenta, y desconsoladora fase terminal, Tina falleció a las 12:10 a.m. de este quince de agosto. Es una fecha particularmente significativa en el país, siendo que se celebra ese día el Día de la Madre, que aunque yo no celebro, sé que en su familia sí y por ende será un golpe particularmente más complejo.

14.8.07

A|[M|use]|Me



In "The island of the Fay" , Edgar Allan Poe speaks about some sort of vision or mental game he has watching a river, and a leaf, where he starts constructing the idea of watching an island, that had 2 bipolar sides. A dark and sad 1, and another 1 that was shiny and appeared 2 glow uplifting feelings. He said it was an enchanted island, and then, a 'flake' that on his autism dream was a 'fay' that was traveling in circles around the island, experiencing her 'cycle of life', which was composed by good times (the light zone of the 'isle') and bad times (the dark half of it). Everytime the fay finished another round, the spirit of life seemed eroded or drained a bit more than the prior 1. At certain point, the story ends with the 'fay' B ing lost of sight and never comming back.

I read somewhere that Edgar Allan Poe (my literature hero of all times), had such a painful process of creativity. Due 2 his alcoholism, he seemed 2 write things in the hangover blues, and then the heart and blood he poured thru his texts were so intense, that people clapped and praised him. His career was then growing, until he once again fell in the prison of a drink. Some people has suggested that it was partially a conscious process where he used 2 seek alcoholism downs as a boost 4 quality production on his writings. If we part from that affirmation, then 'The Island of the Fay' might suggest a confession of his process.

Some say that when he was in his drinking stage, in his trance Poe even reached the humilliating point of stooling in front of some others in the New York block corners. His production of 'Eureka', his last attempt of shining, was a scientific manifesto about the origins of the universe and his conclusions about matter dimension, versus spiritual 1s. Even when that showed that his mental brilliance was in free fall by that time, still certain scientifics have a hard time finding out how did he describe in such an accurate way the concept of 'black holes'. Like the fay of the Island, at 30 years old, Poe got in the dark part of the island with another drinking episode in which he had his 'delirium tremens' that presumably provoked his death.

Does an artist always have 2 B painful in order 2 B such a good artist? Is it true that the price U have 2 pay 2 produce good creativity is quotes of pain? Some say so. Even though am not an artist, I have noticed that many of my B st writings and creations arrive when am in a down situation.

However, in this article Hara Estroff suggests that "there may B a link B tween creativity and mental disorders, but it is probably not in the way that U think.". And suggests as possible causes that: "Artists are more likely 2 B self-reflective and 2 ruminate, 2 mull things over. And that thinking style—as opposed 2 creativity itself—is a hallmark of depression and commonly leads 2 it." She also points a possible cause in the "lifestyle" and "overwhelming pressure 2 live up 2 their earlier successes".

Interesting isn't it? What do U think on the subject? After all, some of us need understand why the damn fay goes the dark side, B cause at that very moment, far from Poe's fantasies, 1 feels like what really it was: a flake.

10.8.07

Ma-geek Luva 6-4 Warrior Queen

Eye don't B-Live much "tagging" a lot. But sometimes it helps 1 2 distinguish which R Ur stronger tendencies. And even when 1 thing 4 true is that nothing is that 4 true generally, Eye must admit that sum parts of this article make sense 4 me. If some1 loox @ the article, they'll find out why this post title.

7.8.07

Tina [08]

Son las ocho de la noche. Tina duerme... Toda su casa huele a medicina, y a cobija. Al principio, el silencio es desesperante. Pero cuando te comienzas a adaptar al silencio, comienzas a notar que para tu desgracia, lejos de estar en silencio, hay un escándalo subyacente que te desespera.

Los dos relojes de pared que tienen poco menos de medio segundo de diferencia con cada movimiento de aguja, y que estereofónicamente, marcan con esa diferencia, la llegada de otro segundo. Es casi como si fueran la base rítmica de una melodía, en la que todos los movimientos musicales de determinan por los ronquidos de Tina, que aumentan o decrecen dependiendo de su posición. Aparentemente los tumores comprimen sus pulmones, lo que explica los eventuales pseudo gemidos que tiene, que denotan que aunque duerme profundamente, algo no es tan placentero como debiera serlo. Su despensa está llena de compotas de sopa, frutas, y ciruela pasa para su estreñimiento.

He revisado varias veces... Y he topado con suerte... Tina no tiene fiebre. Durante los días previos en la semana, ha tenido terribles calenturas, que aunados a los medicamentos provistos por la clínica del dolor, la han hecho alucinar aún más. Durante todos estos días, en medio de todos aquellos lapsus, Tina muestra cual un polígono, sus diversas caras. La Tina peleona ("quién me puso esta porquería de pañales"), la rencorosa y paranoide ("por qué me botaron los adornos que puse en la sala?"), la vulgar (no soy capáz de citarlo, pero esta vez tendrás que creerme), y la comediante (humor vulgar, que también te quedo debiendo).

Su piel está amarilla de nuevo, su boca carmín, aparentemente exaltado a raíz de sus fuertes fiebres, y su pelo absolutamente alborotado. Su piel se está secando, producto de sus intensas fiebres (por que suda mucho) y su pérdida del apetito. Justo cuando me estoy quedando dormido, Tina se voltea y da un inconsciente gemido, lo que me despierta y me pone en alerta, pero realmente no pasa a más...

Poco antes de la medianoche, viene su hijo menor. Quise evitar que llegara esta noche, al fin y al cabo el ha estado demasiado cerca de todo este agónico proceso. Me dolió saber que ya está tomando antidepresivos, y me conmovió saber que recurrió a un permiso de trabajo para estarla cuidando todos los días. A las doce en punto, la despierta, le dice que escoja en qué parte del cuerpo quiere esta vez la inyección para evitar el dolor, le da la medicina que yo omití dar a las 10, y le da un poco de agua.

- "Hace rato llegó?", me preguntó.
- "Si, pero ella ni cuenta se ha dado. Ha estado durmiendo tan profundamente que no creo que se de por enterada que estoy aquí", contesté.

Tina tiene su ojo entreabierto, y digo el ojo por que el otro se le está cerrando, supongo que a raíz de la enfermedad... Me mira profundamente, y para probarme que ya sabe que estoy ahí, me estira los brazos para darme un abrazo y hace que me quiere dar un beso. "Diay, vieja loca?", le digo. "Loca su abuela!" me contesta...

Mientras trato de conversar con ella noto que su lucidéz mental se está perdiendo... Dice una frase coherente, y las otras son solamente intentos de decir corolarias... Le pregunto qué se ha soñado, y me dice que soñaba que tomaba un Gerber licuado con hielo, y frutas. Su hijo me dice que ese ha sido últimamente su platillo favorito, y le trae una botella parecida a las de Powerade, pero con el bebedizo que le gusta. Mientras se lo toma, dice: "Qué hago?" Y señalando su hijo, dice "... este es mi chiquito..." y le dice a el, señalándome "...y este otro también es mi chiquito... con cuál de los dos me quedo?". Yo le dije: "de alguna forma somos lo mismo... " Antes de volverse a dormir, me dejó hacerle mi habitual masaje en los pies. Su piel cada vez está más seca... Luego de eso le dí las buenas noches y apagué las luces...

En la madrugada, siento que se mueve... Me despierto y es ella que intenta levantarse para ir al baño. De nuevo está molesta por que le pusieron pañales. "Seguro están deseando que no pueda ni ir al baño verdad?", me dice enojada. "En la cabeza de quien cabe desear algo así?", le contesté. Parece que mi respuesta la calmó un poquito... Luego de ir al baño me acosté a su lado, haciéndole piojito... Me dijo que tenía frío en los piés, así que le puse mis piés entre los de ella para que se calentara... Luego hizo como que tosía... Pero luego me dí cuenta que en realidad estaba sollozando y quiso disimular...

-Llore tranquilita... desahóguese.
-Es duro ver a mis hijos sufrir así por mí. No es justo que estén abandonando todo lo que tienen por estarme cuidando. Están tomando antidepresivos y todo...
- Y no hiciste vos lo mismo por tu madre antes de morir?
- Sí.
- Y no eras vos la que corrías por ellos cuando estaban enfermos?
- Sí, siempre lo hice...
- Entonces por qué te parece injusto que ellos quieran retribuirlo? No te parece normal?
- Sí pero están sufriendo.
- Vos no?
- Si...
- No es culpa tuya, ni de ellos... Todos somos víctimas de esto, pero en especial vos. Culpabilizarte no te ayuda... Llore tranquilita, no se preocupe...
- Me voy a morir y no conocí ni un hijo tuyo, egoísta! -dijo sin la mínima conexión con el tema previo.
- El mundo tiene suficiente con locos como vos y yo... querés extender la plaga?
- Yo quería conocerte un hijo...
- Sería muy feíto...
- No, vos sos mi chiquito....

Le dí un abrazo y contuve mi llanto... se quedó de nuevo dormida. Finalmente la inyección funcionó... Me quedé dormido un rato más, y luego era hora de ir a trabajar... Dicen que la mañana era su mejor momento, y de veras se veía mucho más lúcida. Pero hubiera preferido no ver la inmensa tristeza de sus ojos... Al despedirme, me dió un gran abrazo, y yo no la pude apretar tanto como pude por que tenia miedo de lastimarle... Dice su hijo que quedó toda contenta y hasta comió más.

Sin embargo, poco antes de despedirme, viéndole a la cara, pude escuchar la detestable sinfonía de los relojes, el odioso olor a medicina, y pude sentir la misma angustia de Poe:

"Fuera, fuera las luces, todas ellas!
Y sobre cada forma que se mueve,
La cortina, una fúnebre
Baja con la premura de una tormenta,
Mientras los ángeles, todos pálidos,
Desafiantes, en primicia afirman
Que la obra es la tragedia, "El hombre"
Y su héroe, el Gusano Conquistador..."

Tina [07]

Desde que terminó de llevarse los colerones con los tamales el diciembre pasado, Tina afirmaba no sentirse nada bien. Algunos comenzaron incluso a notar que el color de su piel cambió, y se tornaba color naranja. Poco a poco comenzó a padecer de una extraña alergia, y sufría malestares estomacales. Sus deshechos comenzaron a presentar colores atípicos, y ella solo decía acongojada: “Yo estoy podrida por dentro”.

Ya para febrero de este año, Tina fue internada en el hospital México, cama 513. Su tez es un poco menos amarillenta por que ya esta menos intoxicada que antes (estuvo como color naranja). Dicen que anda acosando un enfermero por que ‘tiene una boca muy rica’ (esos acosos son seña de que se siente bien y anda de buenos espíritus). Ella no lo sabe, pero se le descubrieron dos tumores malignos, que según los médicos, le darán posiblemente unos noventa días más de vida (aunque como verán, han sido más). Se le hizo una pequeña cirugía, para ponerle una especie de drenaje por que sus malas funciones hepáticas están envenenándole la sangre a poquitos (por eso estuvo color naranja).

El shock de la familia, como es de esperarse, se hizo presente: existe un caos a raíz de la noticia: unos por atenderle, otros por ver cómo se escapan de una forma políticamente correcta de hacerlo, otros que está exagerando, y algunas absurdas versiones más.

Es difícil aceptar que Tina va a morir. No es que nunca lo deje de ser con cualquiera pero… Tina? Siempre ha sido una mujer tan fuerte! Ella era la que curaba a sus hijos y nueras cuando enfermaban… todavía recuerdo con viveza que era la única que tuvo estómago para curar la infectada cicatriz de Blanca, y la única que tuvo el corazón de ver cual si fuera un monstruo del doctor Frankenstein, todo reventado y cosido, a su hijo antes de morir de cáncer precisamente.

Yo no me escapé; me cuesta aceptar el hecho de que debiera sentirme triste, para empezar. Es decir, cuando pienso en ella, me brincan por todo lados historias, vivencias, y comentarios, ocurrencias, consejos, enseñanzas, momentos dorados que me llenan de nostalgia que simplemente me terminan haciendo sonreír agradecido. Es una presencia tan fuerte, que si no te traumas a la par de ella, vives disfrutando montones todo lo que es… Mi catarsis por ende ha sido comenzar a escribir esta serie de posts, que han dejado aún miles de vivencias afuera, para compartir con otras personas lo que ella significa para mí.

No he querido pintarla en falsos colores. He tratado de exponer sus problemas, sus rabietas, sus defectos, en la misma dimensión que sus virtudes. Siempre me ha molestado mucho la gente que se niega a las realidades y te describen beatos que nunca existieron. He cuidado cada línea que he escrito para no describir a nadie sobrenatural, sino todo lo contrario, destacar como máxima virtud en Tina su humanidad. Así que ya habrán ilusos, lame-botas e hijos arrepentidos que la eleven al cielo cuando muera… yo voy a tratar, por terapia, de verla como lo que es, muy con los pies en la tierra, todavía, mientras le veo en vida…

Cuando la saludo, le digo bromeando: “Hola vieja loca!”, y ella siempre me contesta siguiendo la broma: “Loca su abuela”. Muchos se ofenden, y dicen que cómo es que le falto el respeto de tal forma. Pero ella me entiende. Dice que soy ‘su chiquito’ y que nunca nadie va a poder repetir en ella la cercanía que tuvo conmigo; es cierto. Durante todos estos días, cuando le he visitado o me quedo con ella a cuidarle en la noche, nos hemos reído, llorado, y hasta peleado, por que dice que ya no me duermo tan fácil como antes, con solo hacerme piojito en la frente. La loca de Tina: no deseara que me hubieran regalado otro destino. Así de loca la quiero.

Mi vida está muy marcada por su presencia. Por ella fui un bebé obeso. Con ella hice mi primer viaje fuera del país, a Panamá. Por ella, viviendo en San José viajé con mucha frecuencia a Limón, y también por ella conocí por dentro las Iglesias Bautistas. Gracias a su obsesión por la crema de tortuga, puedo distinguir su hedor a metros de distancia.

Es difícil.

2.8.07

Tina [06]

Para quienes no le conocieron con mayor profundidad, Tina tampoco pasaba desapercibida. En diciembre, su fama llenaba los charts por lo que quizás fue su producto comercial más destacable: Los tamales. Preparados no con masa 'comercial' sino con una mezcla hecha a partir de maíz molido, en la familia y conocidos suyos, comerse un Tamal de Tina significaba la apertura oficial de las fiestas de diciembre.

Era inevitable ver su orgullo de sentarte al frente suyo con un tamal y una jarra de café, y esperar impaciente el -ya seguro para ella- veredicto de decir que era delicioso. Cuando no le iba bien, sus tamales eran solo riquísimos. Regularmente eran bastante más que eso. Durante algunos años a principios de la década de los noventa, Tina incluso llegó a establecer su 'franquicia', y era contratada por los dueños de algunas tiendas para producir sus famosísimos tamales, que eran los regalos navideños maquila que el señor daba a sus clientes.

Aunque yo no celebro la navidad, me gustaba pasar a la casa de Tina y tenía el permiso de mis papás para irme a quedar a su casa a ayudarle en el místico proceso de prepararlos. En teoría mi presencia era útil por mi juventud, y para que ella no recibiera el sereno de la madrugada para pasar el proceso de llevar el maíz cascado a moler. Además los tamales eran hervidos en un fogón algunas veces (las otras en una plantilla de gas), lo que significaba ahumarse forzosamente.

El proceso de visitarla y quedarse con ella siempre llevaba una secuencia parecida: el primer día me recibía con deliciosas comidas y había que luchar con ella para que delegara algunas de las funciones en mí (picar verduras, hervir caldos para la carne, comprar algunos víveres necesarios, o ayudarle a comprar semillas secas para los queques de navidad que preparaba simultáneamente). No hallaba donde ponerme de la contentera.

El segundo día, cuando había que ir a moler el maíz, a Tina se le olvidaba que yo iba a ayudarle y comenzaba a cuidarme como cuando me cuidaba de bebé. Me levantaba en la madrugada y no me dejaba salir si no me ponía 3 pantalones (algo ridículo si consideras que era sumamente flaco para entonces). "Se me pone dos suetas!" (sweaters), interpelaba concomitantemente. "Después se resfría y su madre dice que por andar ayudándome se enfermó, y me va peor que la vez que lo engordé todo".

Así que ahí estaba yo, con 2 sweaters encima, 3 pantalones, sin contar que el visible era un ridículo buzo rojo ladrillo de un hijo de Tina que era bastante más grueso que yo, y aquel balde con maíz zancochado, que tenía un característico olor que solo puedo comparar con las señoras que venden masa en el mercado, con un toque agrio por su sudor. Llegar al mercado a esas horas era un poco intimidante siendo que era zona roja, pero era una experiencia que sabía que nunca más iba a repetir llevar a moler maíz y pasar por todo el proceso de hacer eso antes que saliera el sol, al a vieja usanza. Pero ya comenzaba a verse la inminente necesidad de volver a mi casita por que la convivencia con Tina me recordaba ya no tan sutilmente por qué es que vivia solita...

Ya para la tarde, estaba estresadísima cocinando los tamales, y su tono de mando era bastante más imperativo. No me quejo, yo sabía que era así, y me gustaba ver el proceso. Trataba de hacerle preguntas en las que se perdiera un poco de su estrés contándome vivencias en nuestro terruño Limón, y su famosa casa de Santa Eduviges, que fue el mismo lugar en donde yo nací. Era tan divertido escuchar sus narraciones, sus recetas, sus consejos, y era simplemente de no perderse, escuchar sus cátedras disfuncionales en la materia de lo sexual! Entonces bajaba bastante la presión.

Me tocaba también algunas veces ayudar a atender a los visitantes de la familia que llegaban a verle, reclamando su tamalito. Pero ver la felicidad de Tina atendiéndolos era algo que tenía su sentido de retribución. Luego de comer, conversar, inquirir y chismear, los visitantes se levantaban, dejaban todo y se iban. Entonces mientras Tina iba a su iglesia, yo, en casa me dedicaba a explorar sus cajitas de música, todo el sector lleno de recuerdos de matrimonio, bautizos y regalos de la iglesia que ella guardaba como adornos a manera de salón de trofeos, en una esquina en su sala.

Al regresar, me regañaba un poco más haciéndome ver que el día sigueinte sería fuerte por que había que entregar los tamales. Me daba algo de cenar, como siempre riquísimo, y me mandaba a dormir. Luego de eso se levantaba con las luces apagadas para pasearse por la sala y dar gracias al Creador por el día. Aunque permeadas por el drama que siempre manifestó, las oraciones de Tina siempre me impactaron por que podía escuchar de cuánto detalle daba gracias, y me enseñó a ver lo que es importante agraecer para alguien que rondaba entonces los 65.

El tercer día era básicamente correr a guardar los tamales en las cajas, hacer el tour en taxi por todos sus familiares y las tiendas, y Tina decidía agradecerme invitándome a comerme un granizado con ella en el mercado de Heredia. Debo confesar que no soy de comer en mercados (se que sonó muy cursi, lo siento). Pero cuando alguien me invita, siempre acepto por que considero que vivir ese momento con esa persona es como llevarse un pedacito de ella y ver desde su perspectiva los asuntos. Así que se me van mis prejuicios sobre higiene y bienvenitos los estafilococos.

Tina conversaba entonces, con una sonrisa silueteada en su boca, sobre el proyecto de la tamaleada para ese año, y hacía completo un análisis F.O.D.A. (término publicitario que abarca analizar en detalle las Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas a la hora de lanzar un proyecto al mercado) sobre ellos.

Entonces, luego de eso, recogía mis cosas y me devolvía a casa, un poco cansado. Pero francamente enriquecido. Me resultaba increíble pensar que un trabajo como hacer tamales, pese a ser una rutina que durante años efectuó para mantener viva a su familia, era aún un trabajo que le apasionaba y le ilusionaba. Cómo no se cansaba? Cómo, durante tantos años, nunca llegó el momento que dijera, ya no hago más, fue suficiente? No me arrepiento de haber acompañado a Tina durante los momentos que podía, antes de meterme en esta elefantiásica telaraña del trabajo y los compromisos de la vida adulta.

Hasta la fecha, Tina no puede dejar un diciembre irse sin hacer tamales. Ya no los venden. Su familia en grupo le ha suplicado que no se haga daño más haciéndolos. Todo esfuerzo ha sido inutil. El diciembre pasado, el estrés de los tamales fue muy fuerte. Tina estuvo solita en el proceso y acusó haber sentido molestias sin precedentes a raíz de los colerones que se llevó... Ella creía que eso explicaba la inconsolable picazón, y el malestar estomacal producido... Estos síntomas eran realmente el inicio de una etapa más, que nos dan garantía de que por motivos de salud, no volveremos a ver los tamales de Tina.

Ahora, comerse un tamal será solo comérselo. Ya no será para mí repasar el historial de toda la garra, pasión, tensión y producción de lo que representó para alguien su medio de vida, su orgullo y su sentido de valía hasta un buen grado.