29.4.10

D|Stance


Para qué sirven las distancias? Alguna razón debiera existir, siendo que aislarse parece ser una moda. Resulta más sencillo no hablarle ni al vecino que conocerse, divorciarse que permanecer casado, terminar una relación que mantenerla. Que puede empujarnos entonces? A continuación, cuatro posibles fines de la distancia (no los únicos, no los definitivos), que nos pueden ayudar a entender qué se esconde detrás de este (des)hábito social.
  • Definen: nos permiten entender lo que es extrañar a alguien o algo que quizás en algún otro momento nos ahogaba. Muchos terminan descubriendo que semejante acoso les gustaba, y ya sea por amor, o bien por una mutante corolaria del Síndrome de Estocolmo, regresan, seguros de su sentimiento o disfuncionalidad (hay sabores de amor, que lo son).
  • Resuelven: Clásico, los hijos que viven en eternas crisis con sus padres, y hartos de todo un día empacan y se largan. Las visitas a los viejos, luego de esos eventos, son rituales nostálgicos, que valoran todo posible segundo, por que se extrañan. Por que se aman. Por que la distancia puede enfriar los roces, calmar ánimos, redibujar perfiles.
  • Autentican: en la Biblia se nos habla de un hombre que esperó siete años trabajando y esperando para desposar a su amada. O la de una joven sulamita que tuvo que esperar a ser considerada ‘madura’, para contar con la aprobación de su pastorcillo amado (y que eso tuviera sentido, siendo que a la vez había un rey que le pretendía a quien ella rechazó). Era fácil valerse de cualquier tecnicismo para abandonar la ruta. Pero lo que pasó sirvió para llenar atestados a favor de la      determinación y la lealtad de los candidatos.
  • Justifican: Otras distancias puede que no sirvan para nada, al menos constructivo. Tal vez para resaltar la inutilidad de salir avante en una relación. O hacer porras al coro de monstruos que predican lo utilitario de la soledad y la fortaleza de lo huraño. Es favorito de muchos, por que permite agredir sin un solo golpe. Touché. Eso a la vez, genera bases en la víctima para que piense mal de vos, se harte y te deje, y al final vos quedaste bien por que nunca le ‘hiciste nada’ (de hecho, eso fue precisamente el problema). En algotros casos, lo único que se necesita es tener una razón para sentirse aislado. Muchas personas viven con su cónyuge y se sienten solas, y tal vez encuentran menos carga el que su soledad sea por un motivo tangible, y no vivir debatiendo con la lógica de por qué se sienten así, si tienen alguien cerca.
Se dice que cuando se practica, se produce en el sujeto una suerte de cascarón o exoesqueleto social, que cual costra impide ver los interiores del individuo aislado cada vez más. Lo rescatable de este tipo de distancia es que no necesariamente ciega el juicio. Lo malo es precisamente lo mismo: la persona que la aplica sabe perfectamente lo estúpido que es lo que hace. La distancia puede tener un buen uso, si se aplica para que nos demos cuenta que no sirve y le rehuyamos. Pero también es una poderosa ciudad de refugio cuando nos cansamos del desgaste que genera el ser social, y nos da la ilusoria sensación de haber hallado paz.

Por supuesto, entender no es justificar. A la postre, siempre se cae en cuenta que no existe tal comfort, cuando comenzamos a escuchar nuestras voces internas y entendemos que es más complicado a veces lidiar con nosotros mismos que con cualquiera allá afuera.

Se me antoja pensar que a veces somos como aves migratorias que vuelan de extremo a extremo mientras el clima les convenga. A veces, la viajadera también cansa. A vos no?

3 comments:

marcela said...

Supongo que eso de la distancia depende mucho de la relación en sí. Con ciertas personas pequeñas dosis es lo más manejable, con otras creo que podría pegarme con super glue y aún así me harían falta ;) Lo esencial es aprender a distinguir cuál es cuál.

dz said...

Este post fue escrito en un momento en el que me sentí abrumado por no poder distinguirlas, y no hice otra cosa que categorizarlas, por la multiplicidad de casos que entran en esta zona.

Anonymous said...

"la distancia, sabes, es como el viento... apaga el fuego pekeño, pero nciende aquellos grandes"

una canción

andre89