HallMarkless.

No celebro San Valentín. Siempre me ha caído mal. Aparte de tratarse de orígenes con los que no simpatizo, me parece distorsionado. Lugares como los Hallmark se llenan de regalos erotizados, y aunque amo el chocolate, me resulta empalagoso que se valgan de tanto cliché para demostrar ‘amor’, que mas bien me parece cochambrosidad. Y si lo que quieren es ser eso, pues… deberían aceptarlo y dejarse de protocolos que no combinan bien.

Hace dos años, tuve ‘la conversación’ con la que luego fue mi novia. No planeamos la fecha. Una cosa llevó a otra y luego nos metimos en eso. Eso lo convierte en una fecha importante. Supongo que eso también me tiene publicando esta entrada hoy, precisamente. No celebro la conversación ni la fecha, sino la esperanza de amar que tuvimos ambos. Me hace sentir vivo.

No es un post de nostalgia. Los desamores no debieran ser recordados como algo traumático, aunque dolieron, por que fueron amores también. En este asunto de los sentimientos, siempre nos golpean, y golpeamos a alguien, consciente o inconscientemente. Uno extraña lo lindo, lamenta lo que no lo fue, pero igual, quien anula el aprendizaje? Creo que mi plusvalía como amante proviene de ahí (lo que asumas con el término amante dice más de vos que de mí, que conste).

Hablando de términos que se asumen, cuando uno busca para compañía de vida, no solamente debe buscar amor, sino verificar que entienden el amor de forma similar. Los malentendidos y las diferencias de concepto de un mismo asunto, son la fatídica bacteria que devora un mundo de apegos. Eso tiene un componente cultural. Desearía tener el patrocinio de algún ente gubernamental para hacer una campaña de publicidad que denuncie lo serio del daño que se logra mediante la ‘estandarización’ del concepto del amor hueco que se maneja en esta sociedad. La idealización, el enajenamiento, la dependencia enfermiza, la pomada canaria que nunca va a poder llenar ni resolver una persona que nos acompañe. Por eso, puede que convenga encrudecerse en el amor. Esperar menos permite disfrutar todo como ganancia. Menos pasíón puede ser mas, por que lo que sostiene las relaciones largas no es la eso ni los orgasmos, ni prolongar el árbol genealógico, sino la expectativa correcta, el dar, y la lealtad. Estar ahí siempre, pese a todo.

Una relación es la unión de dos universos. Remendar vivencias, traumas, costumbres (muchas de ellas sin sentido), bajo un mismo techo. Legítimo patchwork. Aprender a vivir a darle cuentas a otra persona, no por deber, sino por consideración. Renunciar a una libertad que nunca existió. Estar en la trinchera de una guerra que batalla para siempre estar conquistándose, y disfrutar, como lo más cercano a la victoria (aunque nunca se gana), el guiño, la nalgada o el dulce gemido que te dice, avanzaste. No es, después de todo, de celebrar que dos personas intenten vencer tanto obstáculo? Quién celebra eso?

Aprovechando: Eunice, Grettel y Fabiola, gracias genuinas por el privilegio de amarles; aunque afecto cambiara de sabor, ahí esta. Y por aproximación, no siempre afortunada, gracias a Sutana, Mengana, Fulana y Perenzeja, por enseñarme que no es amar. El agradecimiento restante, será en persona, sin chocolates ni Hallmark.


_____

The D|Verse|City Network is an umbrella domain 4 personal creative Xperimentation with no commercial purposes. Creative Writting Experimentation by D-Verse-City Networks is licensed under a Creative Commons Attribution-No Derivative Works 3.0 Unported License.