27.9.07

Aún en proceso de entender...

Cuando somos bebés, entendemos por amor que nuestras madres nos alimenten, nos apapachen, y somos los héroes del lugar con nuestros besos. Todas las gracias te las ríen, hasta las más estúpidas… es tan sencillo amar así!

Con el tiempo, la tal ‘madurez’ comienza a hacerte negociar un poco el concepto. Te gusta tener cierta independencia, y tal vez te olvidas de tu madre heroína cuando encuentras la fascinante experiencia de estar en el jardín de niños con tus nuevas amistades. Como que de alguna forma entiendes que no tienes que vivir pegado en una forma tan extrema -como antes a la teta de tu mamá-, para seguir disfrutando del amor. Cierto?

Luego llega la adolescencia… De veras que se adolece durante esos días, donde las hormonas te enturbian tanto la vista que comienzas a pensar que el amor es en realidad lo que luego concluyes que es falta de amor propio. Es la edad más vulnerable. El primer rompimiento es caóticamente desastroso. No te crees capaz de vivir, tampoco de morir. Un amigo es el que solo te deja estar solo para cuando tenés que ir al baño y todo busca una auto retribución; se ponen de moda las frases como “Si de veras me amás, harías esto…”, o “Un amigo de verdad, haría aquello y no haría esto…”. Como época naturalmente extrema, también estás dispuesto a hacer lo que se necesite por la otra persona, sea amistad o novia. Entonces viene el ciclo natural de agresión que eso conlleva. Eso lo viví yo en mi adolescencia, pero la pura verdad conozco muchos adultos que siguen con ese modo de pensar, y no es para menos si consideramos que la cultura naca inyecta que el amor es un virus enfermizo centrado en cosas que finalmente no definen un carajo.

Algunos, logramos llegar a ciertas edades en teoría adultas, y te dás cuenta que has vivido de un mito estúpido sobre lo que es el amor. Todo aquello de: “Si no te tengo me muero”, “Can’t live if living is without you”, “Vuelve, que sin ti la vida se me va”, son solo estiércol (yes am trying to be polite here). Mucha de mi poesía va incluida en ese estiércol, lo digo sin ambages. Entendés que muchas veces en las relaciones afectivas buscás desesperadamente llenar un hueco que nadie puede llenar, incluyendo la persona que tuviste en mente. Ni los amigos, ni las amantes, ni las novias, ni tus padres, nadie llega a ser suficientemente fuerte como para suplir las necesidades que tu retorcido psique no ha sabido resolver.

No me hago pasar por intelectual y vivazo aquí: entender esto me costó plantones, lágrimas, una de mis dos depresiones suicidas, tomos interminables de poesía estercoliza, y lo doloroso de entender que el amor como tal no suele rebosar de la pasión que uno está acostumbrado a ver en algunas fuentes de entretenimiento. Al carajo las maripositas en el estómago. Al carajo la fuerza cegadora del amor… Nada de eso funciona con las crisis. Nada de eso te sostiene cuando hay dudas, nada de eso te da seguridad.

A la última muchacha con la que salí, en cuyo caso no se pudo pasar a más por estupideces que no vienen ni al caso, pero con la vergüenza del caso fue más un problema de la gente que nuestro, la senté mirándole a los ojos diciéndole con un agudo sentido de urgencia: “Yo no se si entre nosotros va a poder o no establecer una relación, pero dejame darte un consejo: no le creás a nadie, ni siquiera yo, que te diga que te puede hacer felíz. Eso no es posible si vos no lo has decidido primero. Si entre vos y yo habrá algo más o no, solo Dios sabrá, pero dejame influenciarte de por vida con este aprendizaje que tanto me ha costado incorporar. Nadie te puede hacer felíz si no lo decidís. A lo mucho te la pueden plenifirar la felicidad. Pero no dártela. Me explico? -y como un abuelito amargado le decía:- puede parecer por momentos que es distinto, pero al final no es así.

Comprenderán por qué me fascina desde esta perspectiva, el último álbum de Páez, que según el mismo, no es más que ‘un tratado doméstico del amor’. En una entrevista reciénte se dejo decir algo que mas o menos resume lo que me ha tomado tanto tiempo explicar: “Cuando uno le lame las heridas a una persona querida, cuando le pone un paño en la frente para que se le vaya la fiebre, o le pone música, eso es el amor. Yo, con los años, descubrí que el amor no es el amor de la primavera, el de los adolescentes. Igualmente, ese amor lo celebro. Y me encanta.”

En algún verso de desamor justo con la misma muchacha que acabo de mencionar, escribí “Descubrí que el altruismo es la forma más pura de amor”. Es cierto. Pero no deja de existir la cuestionante de qué gracia tiene el asunto de dar las tripas por otra persona, tus vísceras con tal de que la otra persona esté bien, sin necesidad de esperar algo. Esto lo digo por que es justamente mi filosofía de vida: tratar de ser altruista.

Sugiero considerar para formar nuestra opinión algunas palabras de Páez que finalmente me lograron hacer ver verbalizado un concepto que internamente siempre he conocido: “El amor esconde un extraordinario y saludable egoísmo. Dar amor siempre te hace sentir bien, y eso es maravilloso. Tenés el beneficio secundario de la ofrenda. Y la oportunidad de ser generoso, sobre todo si pensás que la pasión amorosa es más urgente que todo lo demás: si alguien necesita amor, hay que dárselo. Y no preguntarse si es cursi.” Jesús lo dijo todavía más bonito: "Hay más felicidad en dar que en recibir".

Quizás por eso, en su último álbum, Paez decidió ser absolutamente austero: y es austero en serio. Su disco solo contiene dos instrumentos y ambos la pifian con frecuencia: piano y su voz (hasta su respiración se escucha).

Hay que sentarse a pensar en la perspectiva de amor que puede tener una pareja llena de problemas que se mantiene a pesar de todo por ‘los hijos en el cuarto de al lado’, o la mujer que mató a su padre incestuoso y con la cadena perpetua ‘pagó su libertad’, y se muere por comerse a besos a su hermanita muda por que tiene empatía con su sufrimiento. El hombre, que como yo ante mi último rompimiento oficial, celebra que a pesar de que estuvo tarde para aprovechar una oportunidad única en su vida con la muchacha, celebra gozoso que ella finalmente experiencia otra ‘mágica hermosura’ al lado de otra piel. La decisión de amar a alguien aunque rechace o ataque. O la madre viuda, que se enamora del cura del pueblo, que por rescatar a su hija adicta muere, y recibe su beso de amor en su féretro.
La sensación del amor se entrega por que de alguna forma la otra persona te ha hecho sentir que vale la pena invertir pasión y sentimiento en el amigo. Eso no es ninguna prueba de que serás correspondido. De nuevo Fito interpela: “El amor es amar las cosas con las que uno se vincula, con las que vivís. No importa que eso tenga o no tenga sentido, o que no te ofrezca un rédito afectivo. El amor no se pide, se da. Debe ser el único espacio en el que, al menos yo, no busco ningún rédito. Y esto lo digo con alegría. Por supuesto que la herida narcisista está cuando uno no es correspondido; eso ya lo sabemos.

Qué es lo fascinante del amor entonces? Fito contestó: “Que nadie sabe bien de qué se trata”. Sentís que es un poco tonto aprender esto cuando ya tienes tanto tiempo, lágrimas y grietas de corazón de por medio? Bueno… el disco empieza con la frase “La sabiduría llega cuando no nos sirve para nada”.

Vos... qué decís?

21.9.07

Alone




Desde la hora de la infancia no he sido
Como otros. No he visto
Como otros han visto. No pude traer
Mis pasiones de una fuente común.
De la misma procedencia no he tomado
Mi tristeza; no he despertado
Mi corazón a disfrutar del mismo tono;
Y todo lo que he amado, lo amé solo.

Entonces -en mi niñéz- en la aurora
de mi más tormentosa vida -- fué dibujado
desde cada profundidad de lo bueno y la enfermedad
el misterio que aún me ata.
desde el torrente, o la fuente
desde el rojizo peñazco de la montaña,
desde el sol que me rodea y me envuelve,
en este dorado tinte de otoño
y la nube que toma forma
(mientras el resto del cielo es azul)
de un demonio en mi mirada.

Traducción libre de "Alone", por Edgar Allan Poe.Imagen tomada de: reckonwordwide.com

11.9.07

Kill'em All

Querés matarnos? He aquí un informe espía.
http://giorgiosweb.com/8razones.html

8.9.07

Mystic River


Foto tomada de: http://www.epa.gov/glnpo/aoc/kalriv.html


“La vida me ha dado mucho
Pero también me quitó
La vida es este río
De maravillas y de dolor.”
-Páez, Zamba del Cielo


Lo que vas a leer no tiene nada que ver con romance.


El problema con los sentimientos de apego es que son traicioneros. Son invisibles. No los tienes, te mueves bien en general, y de repente aparece alguien que taimadamente te hace pensar que podés tener afecto por otra persona, y tus sentimientos comienzan a fluir en forma agazapada. No te das cuenta de que está pasando. Y el problema es que los sentimientos son por temporada, pero no se sienten como tal.

He caido. He vuelto a abrirme. He vuelto a contar con la posibilidad de compartir muchas de las cosas que regularmente no comparto en forma tan plena, y ante la inmensa soledad que me envuelve, me entierra y me ha dominado, me dejé llevar por la posibilidad de contar con alguien.

Hay muchas cosas que no me cuadran. No me calza como una persona puede mantener un patrón de conducta, generar una impresión, y de un momento a otro, sin mayor evento o aviso, te das cuenta por otro lado que has sido rechazado. Soy yo o hay algo injusto? No se supone que por lo menos uno debe ser notificado de que ya no va a ver a alguien?

Y ahora qué? Es cierto, es tan sencillo como siempre ha sido. Yo siempre he sido solitario, pero el punto es que de un tiempo para acá mi soledad parecía haberme dejado en paz. Y ahora… ahora me doy cuenta que fui un idiota en haber pensado que tenía esperanza en ese sentido.

El problema con los sentimientos de apego es que generan expectativas. Y uno no puede tenerlas con los seres humanos. El problema es que uno trata de dar todo, sin interés, pero cuando te quedas sin nada en cuatro paredes que lo único que te retornan son eco, sentís que fuiste un idiota por que nadie te asalta, sino que vos mismo buscás la gente para que se lleve todo lo que tenés. Es algo que tengo desde pequeño, cuando llegaban los vecinos a jugar conmigo y lo que hacían era llevarse mis juguetes. No me victimizo. Expongo la trayectoria de un mal que tengo.

El problema con los sentimientos de apego, es que los humanos no parecemos querer apegarnos a nada. Y vivimos en la eterna dualidad de no querer nada de nadie, y el mundo moderno cada vez nos hace tener mas formas de comunicarnos, y tenés pagers, teléfonos, email, blogs, y demás, pero no podés hablarte con tu vecino. Probablemente ni sabés como se llama. Y entonces la maldita independencia comienza a hacernos sentir que ocupamos roce social. Se siente bien tener amigos. Pero: cuántas veces tengo que decirme que lo que se siente no es la realidad? Cuántas veces llevarme este golpe?

Y voy a perdonar. Si. Y también voy a sonreír y no voy a guardar animosidad. Incluso, se bien que voy a ayudar, ya es de alguna forma mi vocación. También me voy a ocupar mucho. Voy a volver a escribir otra vez, y ya tengo proyectos en mira, poemas que compartir, mas los que no he publicado por que forman parte de un nuevo proyecto. Pero tengo miedo…

Irónicamente, estoy escuchando el último disco de Páez (soberbio para variar). Y dice en una parte algo que simplemente cito: “yo creo que el mundo no es feliz, la gente tiene mucho miedo. No tuve hijos, me lo perdí, Soledad… tendré una vida sin ti? Necesito parar el bocho y respirar.”

El problema con los sentimientos de apego, es que no se pueden desarrollar si no es en tu propio lugar; y es que esta fue, es, y parece que seguirá siendo tu casa, Soledad.