Preludio

• Decidir es una paradoja, por que ninguna de las opciones que tengas al frente te calzará a la perfección. Pero uno tampoco es perfecto y con frecuencia tiene problemas para calzar, en específico con las mejores decisiones que pudo haber tomado…
• Decidir implica que asumas. Que calcules, que te vayas no por lo que te quede mejor, sino lo que calza mejor con tu prioridad principal. Puede doler, pero no te engañés: no decidirse es en sí una acción también, que solemos subestimar, que puede dañar.
• Para decidir, hay que ser valiente. Un cobarde decidiría quedarse con alguien o algo que le de comodidad, a sabiendas de poder causar caos, por no perder un beneficio. Pero alguien que piense objetivamente ejercería modestia, e incluso sacrificaría, por lograr el objetivo del bienestar en un marco donde varios salgan afectados.
• Las decisiones son una suerte de semilla. Y como dijo una amiga, ‘sembrar es opcional, cosechar obligatorio’. Con tal de entrar en el nicho que te toca, a veces hay que podar, con dolor y bajo el escudo de la fe de, para que la planta pueda crecer en direcciones nuevas, hacia el cielo, y sus raíces hacia el suelo. Ojo que a los lados no se crece, se engorda y no siempre funciona, pregúntale a Juanito. Podate sin miedo, que crecés.
• Nunca decidas con la cabeza caliente. Lo único que debes tener en abundancia es determinación y conocimiento. Las emociones fuertes solo te meten en problemas, y en el nombre de la ira, euforia, entusiasmo o un amor de placebo, se han cometido estupideces. Claro que es bueno que tengas amor a la hora de decidir, puede ser hasta el motor; pero por amor no me refiero al eufemismo del romance. Sino al amor, que permanece, un compromiso, que por cierto mucho de una decisión es.
• Es obligatorio decidir. Y por tanto, decidir puede doler, pero no hacerlo duele más. No te llames a engaños, que si no te decides por falta de un par de cosas, abstenerse también es una decisión, que en una buena cantidad de casos es lamentable. Por ahí dicen: “mucho análisis, es parálisis”. Algo rescatable tiene la frase. Equilibrio.
• Mueve tus alas con cuidado, que el efecto mariposa cuenta. Por eso recordá que no tiene sentido excluir, por más tu decisión que sea, que esto es una aldea gigante. La independencia completa no existe no intentes retejer conceptos, que no te llevan a nada. Es lo que es, tomá. Y aunque por un lado esto significa que por más que nos esforcemos nunca tenemos nada seguro, por otro significa que las probabilidades de éxito se potencian cuando tomas en cuenta a otros. Después de todo, solo somos una hermosa pero simple, frágil, y corta de vida mariposa. Preguntale a Alejandro.

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